Construir una red de apoyo si tu hijo/a tiene una adicción

Cuando un hijo o hija atraviesa una adicción, toda la familia se ve afectada. El dolor, la culpa, el miedo y la confusión son sentimientos frecuentes entre los padres, hermanos y demás allegados. En estos momentos difíciles, contar con una red de apoyo sólida ayuda a la persona que sufre la adicción y fortalece a quienes están a su alrededor.

¿Qué es una red de apoyo y por qué es tan importante?

Una red de apoyo es el conjunto de personas, recursos y servicios que ofrecen apoyo emocional, orientación y acompañamiento en momentos de crisis. En el contexto de las adicciones, esta red cumple funciones esenciales:

  • Ayuda a reducir la sobrecarga emocional de los familiares.
  • Proporciona información confiable y asesoramiento profesional.
  • Facilita el acceso a tratamientos adecuados.
  • Promueve la comunicación abierta y el fortalecimiento de vínculos.

Diversos estudios han demostrado que la participación activa de la familia mejora significativamente los resultados del tratamiento de las adicciones (Orford et al., 2013; Copello, Templeton & Velleman, 2006).

Primeros pasos para crear una red de apoyo

1. Informarse adecuadamente

El primer paso es entender qué es una adicción. Se trata de una enfermedad compleja que afecta el cerebro y el comportamiento, no de una cuestión moral ni de una “falta de voluntad”. Por eso, es recomendable acceder a fuentes confiables y científicas para comprender la situación y saber cómo actuar (Volkow et al., 2016).

2. Romper el aislamiento

La adicción muchas veces genera vergüenza y miedo al juicio social, lo cual puede llevar al aislamiento familiar. Debemos vencer ese silencio y buscar apoyo en personas de confianza: familiares, amigos cercanos, entre otros. Hablar con otros padres que hayan pasado por situaciones similares también puede ser muy reconfortante.

3. Buscar acompañamiento profesional

Contar con el apoyo de psicólogos, trabajadores sociales o grupos de ayuda mutua permite a las familias adquirir herramientas emocionales y prácticas para enfrentar la situación. Estos espacios ofrecen orientación especializada, sin juicios ni estigmatización (Smith et al., 2020).

4. Establecer límites y cuidar el propio bienestar

Es importante comprender que apoyar no significa permitir conductas destructivas. Aprender a poner límites sanos es parte de protegerse emocionalmente y de favorecer la recuperación del hijo/a. Al mismo tiempo, es fundamental que los padres y cuidadores no descuiden su salud física y mental. Esto también forma parte de la red de apoyo.

El papel de la familia en la recuperación

La familia puede ser tanto un factor de riesgo como un factor protector en el proceso de adicción. Estudios indican que un entorno familiar comprensivo, con comunicación abierta y normas claras, favorece la adherencia al tratamiento y reduce el riesgo de recaídas (Lander, Howsare & Byrne, 2013).

Por eso, se recomienda:

  • Participar en las terapias familiares cuando sea posible.
  • Mantener rutinas estables en el hogar.
  • Reforzar los logros del hijo/a en su proceso de recuperación.
  • Evitar reproches y promover el diálogo afectivo.

Conclusión

Enfrentar la adicción de un hijo o hija es una de las experiencias más duras para cualquier familia. Sin embargo, no están solos. Construir una red de apoyo sólida —basada en el conocimiento, la comunicación, los vínculos significativos y el acompañamiento profesional— es clave para sostenerse emocionalmente y facilitar el camino hacia la recuperación.

Apostar por el apoyo mutuo es un acto de amor y esperanza. Aunque el proceso sea largo y complejo, la transformación es posible.

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Bibliografía

Copello, A., Templeton, L., & Velleman, R. (2006). Family interventions in the treatment of alcohol and drug problems. Drug and Alcohol Review, 25(4), 369-385. https://doi.org/10.1080/09595230600741339

Lander, L., Howsare, J., & Byrne, M. (2013). The Impact of Substance Use Disorders on Families and Children: From Theory to Practice. Social Work in Public Health, 28(3-4), 194-205. https://doi.org/10.1080/19371918.2013.759005

Orford, J., Velleman, R., Natera, G., Templeton, L., & Copello, A. (2013). Addiction in the family is a major but neglected contributor to the global burden of adult ill-health. Social Science & Medicine, 78, 70-77. https://doi.org/10.1016/j.socscimed.2012.11.036

Smith, G., Estefan, A., & Caine, V. (2020). Narratives of family members of youth who experience substance use disorders. Journal of Child and Adolescent Psychiatric Nursing, 33(1), 30–39. https://doi.org/10.1111/jcap.12260

Volkow, N. D., Koob, G. F., & McLellan, A. T. (2016). Neurobiologic Advances from the Brain Disease Model of Addiction. The New England Journal of Medicine, 374(4), 363–371. https://doi.org/10.1056/NEJMra1511480

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